viernes, 7 de febrero de 2014

¿Es el amor el que nos ciega... o los signos de puntuación?

Si pones en un compromiso a un poeta, esto es lo que puede suceder...

"Tres bellas que bellas son
me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es
la que prefiere mi amor
si obedecer es razón
diré que amo a Soledad
no a Julia cuya bondad
persona humana no tiene
no aspira mi amor a Irene
que no es poca su beldad"


Cada una de estas mujeres, interpretó el poema de diferentes maneras:



Puntuación de Soledad:
"Tres bellas que bellas son,
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es,
la que prefiere mi amor.
Si obedecer es razón,
diré que amo a Soledad;
no a Julia cuya bondad,
persona humana no tiene.
No aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad".

Puntuación de Julia:
"Tres bellas que bellas son,
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es,
la que prefiere mi amor.
Si obedecer es razón,
¿diré que amo a Soledad?...
No. ¡A Julia cuya bondad,
persona humana no tiene!
No aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad".

Puntuación de Irene:
"Tres bellas que bellas son,
me han exigido las tres,
que diga de ellas cuál es,
la que prefiere mi amor.
Si obedecer es razón,
¿diré que amo a Soledad?
No. ¿A Julia cuya bondad,
persona humana no tiene?
No. ¡Aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad!"

El galán se guardaba en la manga un as:
"Tres bellas que bellas son, me han exigido las tres, que diga de ellas cuál es, la que prefiere mi amor. Si obedecer es razón, ¿diré que amo a Soledad? ¡No! ¿A Julia cuya bondad, persona humana no tiene? ¡No! ¿Aspira mi amor a Irene?...¡Qué! ¡No! Es poca su beldad".


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